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"El tratado que no firmamos tuvo consecuencias que no conocemos "

Entrevista de "El Telégrafo" de Paysandú a Isaac Alfie y José Amorín.

 

El Tratado de Libre Comercio que «no se firmó» con Estados Unidos tuvo consecuencias que no se conocieron, según dijo el senador Isaac Alfie, durante su visita a EL TELEGRAFO, acompañando al diputado José Amorín Batlle.

 «Obviamente, cuando aparece una oportunidad así, como el TLC, el mundo mira. La Asociación de industrias de San Pablo, Brasil, (la más poderosa de América Latina FIESP) contrató a un conocido mío para que los asesore una vez que pensaron que el TLC se venía. El resultado era que 25 de las empresas más importantes de San Pablo tenían interés en venir a instalarse en Uruguay. De ellas más del 85% no producía ni produce nada que hoy se haga en nuestro país. Ellos pensaban que con el régimen de admisión temporaria, la ley de inversiones del año 1998 y otros regímenes especiales que tenemos, producirían aquí para exportar a Estados Unidos, porque habría un TLC. El problema es que nosotros miramos solo lo que hay, pero no es la carne ni el arándano, nadie, ninguno de nosotros, ni ningún gobernante ni burócrata —porque todos los gobernantes terminamos siendo burócratas— sabe todo lo que se viene al abrir espacios de libertad, siquiera imaginamos las posibilidades de qué vamos a exportar. Pero los privados sí saben porque conocen su negocio, y le iban a vender a Estados Unidos desde acá».

El senador informó que «estuvimos en Paylana, y están desesperados por vender. ¿Y que hacen ellos? Invierten, y siguen poniendo plata para hacer tejidos más finos para que vaya a Asia y allá los confeccionen para exportar a Estados Unidos. Y podríamos mandarlo directo, confeccionado por nosotros. Todo lo demás, las grandes ideas del gobierno puede sonar muy lindo, y al alcance de la mano, pero después no se concreta, son fantasías teóricas».

Aquí tomó la palabra Amorín para señalar que «hace cuatro años, había dos formas de pensar la economía del país. Llegado el Frente Amplio al gobierno, hay una sola». Se explayó indicando que «si hay liberales, ahora somos todos. Porque la base, más allá de algunas cosas que discrepamos, como la política monetaria y fiscal, la base de la política no cambia, porque no hay alternativa».

En cuanto a la política tributaria, Amorín sostuvo que «hay que derogarla y la vamos a derogar». Argumentó que «ataca la clase media. Y el presidente Vázquez y el director de la OPP hablan de 16.000 pesos como piso. Y piensan que los que ganan 20.0000 y 25.000 son personas ricas. Y esa es la clase media, que hace un enorme esfuerzo para llegar a ganar esa cifra. Hay que eliminar el impuesto a la renta de las personas físicas; el batllismo desde siempre se opuso. Hay que incentivar el trabajo, que es lo que nos hizo un gran país». Un impuesto al trabajo lo que hace es desincentivar el trabajo, lo contrario a lo que el batllismo propugna.

En cuanto al IRPF de las jubilaciones, Amorín dijo que «hay un 25% de los pasivos que paga muchísimo más. Y son casi 150.000 pasivos, que si tienen un ingreso un poco mejor, ayudan a sus hijos o a sus nietos. Y hoy pagan un poco más de seis millones de dólares por mes por IRPF. Antes pagaban 18 millones de dólares por año, y ahora pagarán casi 80 millones de dólares más por año». Tampoco están de acuerdo con reimponer el Impuesto a las Retribuciones Personales (IRP), vigente hasta la aplicación del IRPF.

 «El Uruguay tiene que cambiar radicalmente y abrirse al mundo»

 «Los uruguayos somos muy de perfil bajo, cruzando el charco ya vemos lo que pasa. El uruguayo no tiene muchas aspiraciones, más que la casa, un autito, poder ir unos días de vacaciones» definió Alfie.

«Esa es la manera de ser del uruguayo. Y ese es el país de clase media, y tenemos que ayudar al país a salir de la pobreza, con políticas claras, con países abiertos», reflexionó.

Con respecto a la política que lleva adelante el gobierno, incluyendo el Plan de Emergencia, Alfie dijo que «es errada, absolutamente».

«El país crece como nunca, y los jóvenes se van como nunca. Y esos jóvenes se animan a irse porque sienten que acá no les damos lo que tienen que hacer para desarrollarse», dijo Alfie, resaltando el Tratado de Libre Comercio (TLC) que «no se firmó con Estados Unidos».

Por su parte el diputado Amorín señaló que «cuando miramos qué país latinoamericano funciona bien, blancos, colorados y frenteamplistas, todos miran a Chile. El presidente Vázquez fue a Chile y dijo 'este es el país al que nos queremos parecer'. ¿Y qué hizo Chile? Se abrió al mundo, tiene tratados de libre comercio con 45 países. Y nosotros, viene el primero, que es el que nos va a abrir las puertas con los demás, y no los queremos. Esa es una política, desde nuestro punto de vista, totalmente equivocada. Y el país tiene que cambiar radicalmente y abrirse al mundo».

Según el dirigente colorado, la firma del TLC «es inexorable; el tema es el tiempo. Y si sufrimos quince años más. Nosotros somos batllistas, y le tenemos un especial respeto al Estado; queremos saber si tenemos que tener un estado tan grande, que aplaste a la sociedad civil, que haga de todo, o un estado eficiente, que haga las cosas que tiene que hacer. Pero que la locomotora del país sea la sociedad civil».

Sobre las medidas concretas a aplicarse ante la existencia de un tratado de libre comercio, Alfie recordó que «desde la escuela, pensamos que las medidas las tiene que tomar el gobierno. Y son solo las grandes medidas las que debe tomar», que son el marco para que los particulares desarrollen a pleno su potencial y el desarrollo de infraestructura básica.

«Cuando se determinó el remate de la playa de contenedores, esa fue la medida. Y los privados pusieron 75 millones de dólares, y hoy tenemos que baten récords todos los días, con 300 millones de dólares de exportación de logística, con 12.000 tipos trabajando. No es que el gobierno diga que vamos a poner una industria, eso es un desastre. Es la intervención de los gobiernos que generalmente termina muy mal. Eso es Alur (la producción de caña de azúcar en Bella Unión). El día que le saquen un poco de plata, es un desastre. Hay que hacer cosas autosostenibles. Esas son las medidas concretas», afirmó el ex ministro de economía.

Con respecto al papel del Estado, lo remitió específicamente a «seguridad,  justicia, administración en general, educación y salud». Haciendo referencia al plan de salud propuesto por el gobierno, dijo que «este plan, como nunca en la vida, se opusieron todos, salvo a la FUS (Federación Uruguaya de la Salud). Esa unanimidad nunca la había logrado nadie.

«Se le obliga a no trabajar», dijo Amorín sobre el Mides

 «Pagarle a una persona 1.500 pesos para obligarla a no trabajar, no estamos de acuerdo», sentenció claramente el diputado José Amorín Batlle, refiriéndose al Plan de Emergencia. Comentó que «recorriendo el país, hablamos con algunos granjeros que nos dicen que para las zafras, que duran cuatro o cinco meses, hay quienes piden que no los pongan en planilla, porque si no pierden el Plan de Emergencia».

«Y como están acostumbrados a trabajar de acuerdo a la ley, no los toman».

Dijo el diputado que «se les da una asistencia, y se les obliga a no trabajar, en vez que se encauce en el tema del trabajo». Recordó que «el batllismo es el creador de las políticas sociales en el Uruguay, pero la política social que hace el Mides (Ministerio de desarrollo social) es de 100 millones de dólares en un presupuesto de 4.000 millones, es la esencia de lo que no hay que hacer».

 

 
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