Es un... ¡ES - CÁN - DA - LO!

Por: Marcos Ingold

El pasado sábado 4 de agosto a las 2:30 horas arribó al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery en Buenos Aires, capital de la República Argentina, Guido Antonini Wilson, el empresario venezolano que desató una tormenta política en la región tras ser encontrado con una valija con U$S 800.000 dólares al bajar de un avión de Enarsa.

Antonini salió del aeropuerto venezolano de Maiquetía el viernes 3 declarando en su plan de vuelo que su destino final era Uruguay.El empresario viajó en un avión rentado por la petrolera argentina Enarsa en el que viajaban dos altos funcionarios argentinos y funcionarios de PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.), entre otros pasajeros. En el avión viajaba Claudio Uberti, responsable de Concesiones Viales del Ministerio de Planificación argentino y mano derecha del ministro Julio De Vido. Uberti fue cesado de su cargo por haber aceptado subir al avión a Antonini a pedido de Daniel Uzcategui Speech, hijo del vicepresidente de PDVSA, Diego Uzcategui Matheus.

Por ello, por su vinculación a Petróleos de Venezuela y por el reciente acuerdo firmado por Uruguay con el país caribeño en temas energéticos que involucra a ANCAP, la oposición local se apresta también a pedir explicaciones al gobierno. Antonini Wilson ya había visitado Uruguay en setiembre de 2006, cuando acompañó al gobernador del Estado venezolano de Cojedes (noroeste), Johnny Yáñez a visitar la fábrica Umissa, que le vendió a Venezuela kits de viviendas prefabricadas en el marco del acuerdo firmado en marzo de 2005 por los presidentes Tabaré Vázquez y Hugo Chávez, dijeron fuentes de la empresa. En la ocasión se presentó como asesor del gobernador venezolano.

El caso Antonini agitó las aguas de la oposición que enlazó el tema con los cuestionamientos a los acuerdos firmados por el gobierno con Venezuela. El legislador de la Lista 15, José Amorín Batlle acusó al presidente de ANCAP, Daniel Martínez, de reunirse en el país caribeño con "corruptos".  El diputado quincista dijo a El País que los directivos de ANCAP contratan "con personas vinculadas a parámetros de corrupción", y acusó al ente estatal de hacer negocios con "falta de transparencia". También preocupa a “La 15” la venta de la red de 172 estaciones de servicio que ANCAP poseía en Argentina, negociada directamente con el vicepresidente de PDVSA, Diego Uzcategui Matheus.

Claramente estamos frente a una sucesión de hechos, muy particulares, donde se traslucen muchas irregularidades, y deja al descubierto ciertas “relaciones peligrosas” no conocidas, entre los gobiernos de Uruguay, Argentina y Venezuela.