Mientras Otros Superan Sus Diferencias, El Uruguay Continúa Dividido.
Por: Mauricio R. Antúnez
Los uruguayos nos asombramos porque en Irlanda de Norte tras años de peleas entre católicos y protestantes han encontrado un camino en común para seguir adelante.
En cambio por estas latitudes, vemos como el país esta cada vez mas dividido, fragmentado entre los "neoliberales" y los "progresistas" , entre los "revolucionarios" y los "militares", entre los que tienen y los que no. En Irlanda del Norte, se ha alcanzado la paz entre facciones antagónicas, pero el ejemplo no se remite a esa parte del Reino Unido, más abajo, en la República de Irlanda, ya desde los años '80 se ha alcanzado un "pacto" entre los diferentes actores de la sociedad, para poner proa hacia un país desarrollado; los resultados están a la vista.
En el Uruguay, parece que ha ocurrido lo contrario y que en los años en que otras naciones se unen y acuerdan entre sus facciones para concretar un proyecto de país, en el Uruguay todavía vivimos las divisiones que nos llevaron a los nefastos episodios de los años '70.
No es extraño pues, que las personas vuelvan a mirar hacia afuera y quieran irse del país. El gobierno, otrora en la oposición estimuló las divisiones en el Uruguay y ahora cosecha los frutos de su siembra. Gracias a su política durante 30 años en la oposición, el Uruguay no ha podido llevar a cabo reformas estructurales necesarias para poder avanzar hacia un futuro mejor. Gracias a su estímulo al odio y resentimiento social, las personas son condenadas por los frutos obtenidos por su trabajo, esfuerzo y dedicación .
La culpa de todos los males le es atribuida a los sectores medios y altos de la sociedad, el pobre es la victima de esta sociedad consumista y el gobierno debe, en lugar llegar a un acuerdo entre todos -como lo hizo la República de Irlanda- para generar empleo genuino y evitar la marginación empieza una política asistencialista, para que el pobre siga siendo pobre, el marginado continúe al margen de la sociedad establecida y el que no tiene educación no la reciba. A fin de cuentas, quien logra alcanzar cierto nivel educativo, se da cuenta de que estas políticas no son las que el Uruguay necesita, y ello no favorece las aspiraciones de la fuerza política oficialista de perpetuarse en el poder.
Puede ser más interesante para el Sr. presidente y su equipo tener a un grupo de habitantes el cual no pueda valerse por si mismo y urgidos por el hambre para poder “comprarlos” con la "limosna progresista" y llevarlos para donde los señores desean.
La democracia no pasa por palabras y discursos bonitos, pasa por acciones concretas para que los ciudadanos puedan en libertad, y en igualdad de oportunidades, desarrollarse y consagrar sus aspiraciones en su país.
|