Siembra Vientos, Cosecharás Tempestades

Por A. Caso Bello

Durante los últimos años -desde el restablecimiento de la democracia- el Frente Amplio ha sido un elemento en la vida política que ha sembrado, odio, rencor y resentimiento en el seno de la sociedad uruguaya.

Muchos de sus dirigentes se mostraron sorprendidos ante las violentas manifestaciones acacidas en ocasión de la visita del Sr. Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, George W. Bush. Nuestra interrogante es ¿qué esperaban? una fuerza política que ha criticado al llamado "imperialismo yanqui", un partido que ha buscado la confrontación entre los uruguayos y que se opuso cuando estuvo en la oposición a votar reformas esenciales para la modernización del país con el argumento de que eran "maniobras neoliberales serviles al imperio" y ahora, reciben a quien durante años fue la representación de todos los valores que la izquierda se jactaba orgullosamente de repudiar.

"Fuera Bush y el Gobierno Entreguista" son algunas de las consignas estampadas por el Movimiento 26 de Marzo en muros de la capital y de las principales ciudades del interior de la República. ¿De qué se asombra el gobierno ante su propia hipocresía de apoyar lo que durante años repudió?

En política existe lo que solemos llamar coherencia, y desde este sector ha sido uno de los valores que con más celo hemos cuidado, siempre "cantando la justa" a nuestra gente. Nosotros no nos asombramos por las violentas manifestaciones, pues son producto de una política de odio y confrontación que ha llevado la izquierda uruguaya durante años, en lugar de acordar con los otros actores de la vida política del país, determinados puntos fundamentales para que el Uruguay y nuestra gente pudean alcanzar sus objetivos y anhelos en libertad.

Por otra parte y concluyendo, la Ministra Tourné se mostró reacia a reprimir la violencia de sus otrora partidarios, echando por la borda la seguridad física y jurídica de cientos de comerciantes del centro de Montevideo que sufrieron daños, ya fuera directamente por obra de los violentos o porque tuvieron que cerrar esa tarde sus comercios por temor a la iracunda muchedumbre. Los votantes tradicionales de izquierda se enojan, y con razón, les prometieron una cosa y ahora hacen otra y el gobierno vive las consecuencias de su discurso de odio desde la oposición, es a fin de cuentas, como dice el viejo dicho popular: siembra vientos y cosecharás tempestades.