¿El Ocaso De Un Partido?

Por: Dr. Juan Martín Jorge Canadell

Hace algunos días en un medio de comunicación de gran reputación, algún ciudadano respetable escribió una carta abierta en la que, entre otras cosas, pronosticaba la desaparición del Partido Colorado.

Pues bien, sin entrar en profundos análisis, brevemente nos gustaría marcar la diferencia de pensamiento con el respetable ciudadano.

La Lista 15 piensa diferente. Y justamente esta es la principal razón por las que el Partido Colorado no dejará de existir: sus ideas.

Si hay algo que caracteriza al Partido Colorado es que sus líderes siempre inculcan a los dirigentes y militantes el pensamiento y la razón por sobre la pasión. Sí, es verdad que la pasión es muy importante en política, porque cuando la llama de la pasión por el servicio público se apaga, pocos quieren continuar haciendo política. Pero por sobre todo debe primar la razón. Ese es y será el elemento diferenciador del Partido Colorado con respecto a otros partidos. La pasión del partido es por el país y su gente, pero para poder llevar a cabo las políticas que conduzcan al Uruguay hacia un futuro mejor, debe primar la razón.

Así fue que el Uruguay salió con grandeza de la peor crisis de su historia en el año 2002. ¿Qué hubiera pasado si en el 2002 el Presidente hubiera sido el Dr. Vázquez? Tiemblo de pensarlo. ¿Qué hubiera pasado si en el 2002 no hubiera estado el Dr. Batlle como conductor firme de un país que se tambaleaba? Si desean un ejemplo vean la Argentina: con 4 Presidentes en una semana, caos social, pesificación de depósitos, quiebre de institucional, violación de marcos jurídicos fundamentales, default, y pérdida de credibilidad que perdura hasta estos días.

En Ciencia Política se enseña que el sistema electoral uruguayo actual con balotaje tiende al bipartidismo y en ese sentido uno de los partidos tradicionales desaparecerá. Discrepamos.

De ser eso así, ¿por qué no desapareció el Partido Nacional luego del incidente entre el ex Presidente Lacalle y el Ex Ministro Ramírez? Todo hacía pensar que el Partido Nacional que históricamente había ocupado el lugar de oposición y que ahora veía que su rol lo tomaba el Frente Amplio; no solo perdía su aparente razón de ser sino que mientras tanto pasaba por una crisis interna terrible y había tenido la votación más escasa de su historia. Dada la situación todos los politólogos manifestaron que los blancos desaparecerían, sin embargo no fue así. Y luego de la última elección donde al Partido Nacional le fue muy bien en las elecciones nacionales, ¿Qué le sucedió en las elecciones departamentales? ¿Desapareció el Partido Nacional y re apareció el Partido Colorado? ¡No!: Los votos parlamentarios del Partido Nacional son “votos golondrina”. Son votos colorados que ante el inminente triunfo del Dr. Vázquez buscaron una última salvación en votar directamente al Sr. Larrañaga, desconociendo el funcionamiento correcto del sistema de balotaje. Pero luego en las elecciones municipales volvieron al Partido Colorado. De ser correcto este razonamiento el Partido en riesgo sería el Partido Nacional, ya que se ve beneficiado de los votos golondrina colorados de la elección nacional, pero sigue con un quiebre interno aún fuerte y que en cuestión de seis meses pierde gran parte de su electorado. ¿Y desaparecería por ello? Creo que tampoco.

Volviendo a lo que nos incumbe, el Partido Colorado necesitaba un descanso, una autocrítica y una renovación. Es verdad que se hicieron algunas cosas mal. Por supuesto. Grave sería que no hubiera errores en los seres humanos.

En cuanto a la autocrítica es mentira decir que no se dio. Pero se deberá seguir dando. Aún faltan cosas por aclarar y resolver. El ciudadano que en la misiva pública argumentaba que no hay autocrítica, claramente no es colorado. Si lo fuera sabría de los esfuerzos en ese sentido. Y si falta algo por decir, las puertas de la Casa del Partido Colorado están abiertas para que diga lo que desee. Si es colorado, es su responsabilidad hacerlo.

Desde el punto de vista técnico, el Partido Colorado tiene encuadramiento de electores; tiene encuadramiento ideológico; encuadramiento de elegidos; y se está trabajando en algo que mientras se era gobierno no se pudo hacer, que es el contacto permanente entre elegidos y ciudadanía; porque a diferencia del actual gobierno, durante la pasada administración no se utilizaron fondos públicos para actos de proselitismo político, ni se gastaron grandes sumas en asistencialismo barato para asegurar unos cuantos votos.

Pero también el Partido tiene dos grandes lideres, ex Presidentes ellos, tiene un equipo técnico de primera línea, tiene coherencia interna, tiene sentido de “gobernabilidad”, tiene juventud, tiene electores y tiene algo que el resto de los partidos no tiene: un equipo de personas jóvenes, ex Ministros ellos, ya preparados y experimentados, que siguen preparándose y que deberán tomar la responsabilidad de las candidaturas marcando así la diferencia con otros Partidos.

El Partido Colorado es el único con un abanico de gente de cierta edad como para ser los candidatos jóvenes de las próximas décadas, con conocimientos técnicos, experiencia de Gobierno previa, responsabilidad política e ideológica y honestidad intelectual y moral como para guiar al País por el mejor camino durante el comienzo de un siglo con muchos desafíos.

Y como si fuera poco, por encima de todo ello tiene a la gran figura que no lo deja caer como Partido, como núcleo de ideas, como sentimiento, como pasión y razón, como sentido, guía del camino correcto, que en momentos como este de autocrítica, reflexión, renovación, búsqueda y reafirmación de principios y valores está ahí presente mostrándonos el camino con su legado de pensamiento moderno y ética. Es Don José Batlle y Ordóñez. Mientras él siga vivo, el Partido no desaparecerá.

¡VIVA BATLLE! ¡VIVA EL PORVENIR! ¡VIVA EL URUGUAY!