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Todo Sobre El Impuesto a la Renta de las Personas Físicas

 

 

 

Conclusiones de una Interpelación

El pasado jueves, el Diputado del Partido Independiente Iván Posada, interpeló al Ministro de Economía y Finanzas. Para quienes lo vieron por TV la sensación que dejó fue bastante diferente a lo que tituló la prensa al día siguiente. Es que luego de una primera intervención correcta del Diputado Posada, el Ministro dictó una cátedra de lugares comunes en tono doctoral, que llevó al Diputado a comenzar su segunda parte, haciendo referencia a la Ilíada, y evocando la creencia de Homero que los dioses muchas veces bajaban a la tierra y se entremezclaban con nosotros, los simples mortales. Bromas aparte, con su segunda intervención, el Diputado Posada dejó en claro la mentira y el engaño que él mismo dijo sentir con la propuesta de Reforma Tributaria, para la cual, confesó, haber apoyado con su voto a Vázquez en el ballotage de 1999.

A continuación presentamos lo que entendemos los aspectos más resaltables de la interpelación.

En noviembre de 1999, en un reportaje sin desperdicio que realizado por el periodista Emiliano Cotello, en El Espectador, es presentado, por el entonces senador por el FA, ya “designado” como eventual Ministro de Economía y Finanzas, Cr. Danilo Astori el proyecto de reforma tributaria que se aplicaría si el Frente Amplio resultara ganador de la segunda vuelta electoral, de fines de ese mes.

De lo que se mostró en sala, quedó claro, que esta reforma impulsada contra viento y marea por el gobierno en pleno del FA, cuyo abanderado es el Ministro Astori ha cambiado sustancialmente los criterios rectores desde el año 99 a la fecha, con notorio perjuicio para la clase media, y media baja, trabajadora, jubilada y profesional de Uruguay.

El mínimo no imponible para una persona física, que se decía impulsar en el año 99 era, a precios actuales del orden de los $23.500 mensuales, sin embargo en esta reforma, el mínimo no imponibles para salarios y jubilaciones es de $ 7.410 y $ 8.900 respectivamente. A su vez, en 1999 se decía que el núcleo familiar tendría un mínimo no imponible mayor, siendo “natural” que su declaración de impuestos se haga a nivel del mismo, al tiempo que se elevaría en un 20% por cada hijo o familiar a cargo hasta un máximo del 60%. También se daba cuenta de deducciones por salud y educación, algo clásico en esta clase de tributos. Nada de esto sucede con la actual reforma, la qué sólo habilita una pequeña deducción de salud, $ 80 por hijo por mes. Sin duda este cambio de criterio constituye una formidable pirueta, sólo justificable en una gran ignorancia o falta de honestidad intelectual en la campaña previa.

Otro aspecto con cambios importantes respecto al proyecto del 99, siempre en sentido de empeorar la situación de los más débiles, es lo referido al impuesto sobre intereses y alquileres. Según palabras del Cr Astori, en 1999, no se iban a gravar ni los depósitos ni los intereses que estos produjeran porque “no querían comprometer el equilibrio del sistema financiero ni el ahorro interno”, pues entonces ahora si parece que se quisiera afectar. En realidad, la razón de fondo no es esa, sino que el impuesto solamente castiga al pequeño ahorrista, en tanto los alquileres recaerán sobre el inquilino, si o sí. ¡¡Cómo cambian sus criterios señor Ministro!!

También en el 99, decía el Cr. Astori, se bajaría la tasa general del IVA del 23 al 21% , en el proyecto actual solo se rebaja al 22 % y se generaliza además a otros productos como por ejemplo, entre otros, los intereses del préstamo social del BROU, la leche larga vida y el boleto de ómnibus. ¿Éstos impuestos no afectan acaso más fuertemente a quines menos tienen?

La respuesta que atinó a decir el Ministro es que el Uruguay del 2006 es totalmente distinto al de 1999. No lo es muy, pero en todo caso si lo fuere recordemos que en 1999 se produjo la devaluación de la moneda Brasileña y tanto Uruguay como la región estaban padeciendo sus consecuencias. Estaba afectada seriamente nuestra corriente exportadora de bienes y servicios, en especial hacia Brasil, dónde cayeron a la mitad. A su vez, el mundo entró en agosto de 1998, con la crisis Rusa en un período de “seca” en los mercado financieros, siendo costoso y difícil obtener fondos. Entonces, cualquier cambio de situación entre ambos años, es a favor de la situación actual, por lo que menos exigencias de recaudación deberían recaer sobre el impuesto.

Estas contradicciones son muy claras, quedaron diáfanamente expuestas en la interpelación y eso descontroló al Ministro en su segunda intervención cuya credibilidad quedó muy dañada. Esto no nos alegra porque el país está en el medio y de la investidura que reviste dependen muchas cosas en estos países “emergentes” como se dice ahora.

 

 

 

 

 

 
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