Entró en vigencia el "nuevo sistema tributario"

Por: Walter Páez

Entró en vigencia la tan esperada reforma tributaria. Qué se puede decir que no se haya dicho ya, que detiene la economía del país, que perjudica a la clase media que es la que siempre ha sostenido al país, que a los que menos tienen ya los perjudicó porque los alquileres y la canasta básica aumentó con anterioridad a la entrada en vigencia, como forma de absorber la disminución del IVA en un punto -que en realidad la disminución del IVA en los alimentos no se vio todavía más que en algunas pocas cosas-, que el agro motor de nuestro país se comió un nuevo “palo”, etcétera.

Pero lo más importante es el tema de cómo el gobierno mediante esta reforma visualiza a la sociedad. El “nuevo sistema tributario” se basa en un principio que no debería existir entre los uruguayos, es el del odio y  de la envidia. El slogan que precedió esta reforma fue, “Que pague mas el que tiene más”, como una forma de castigo a quienes tienen éxito. Pero esos que “tienen más”, son los que hoy en día ganan un poco más producto de su trabajo, integrantes de esa clase media que construyó el país y a la que antaño todos querían pertenecer. Clase media compuesta por trabajadores, pequeños comerciantes, profesionales, que cometen el pecado de trabajar más o de haber hecho el esfuerzo de capacitarse.

Por tanto, qué nos trae como enseñanza esta reforma, que es preferible mantenerse en una chatura general, no esforzarse, no aspirar al progreso porque eso es malo. ¿Esa es la enseñanza que queremos inculcarle a nuestros hijos? Decirle no al esfuerzo, mirar al que tiene más con desprecio.  ¿Acaso no debemos enseñarles que un gran país se construye con el esfuerzo de todos y que el desarrollo personal se construye con el trabajo diario en pos de metas que nos hagan crecer cada día?

Por eso le decimos No al Impuestazo, no solo por lo económico, sino por que queremos en el futuro uruguayos que quieran hacer grande este país.  Porque creemos en la capacidad de trabajo y autosuperación de nuestra gente, porque no queremos un “emparejamiento” para abajo. Porque soñamos con un Porvenir grande para el Uruguay, con un país en el que la gente de trabajo pueda tener posibilidades de movilidad ascensional en la escala social y que, en libertad y en nuestro país puedan hacer sus anhelos y aspiraciones realidad.