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Cada Día Se Parece Más...

Ya se parece en todo a Chávez, ya no es solo el acto fascista, son los gestos, es como imposta la voz, es también la duración del discurso. Tres horas, tres horas hablando sobre números, criticando la herencia maldita y justificando las falencias del gobierno debido a la coyuntura internacional cuando sin lugar a dudas ésta ha sido inmejorable.
La situación de seguridad es inmejorable, por eso acaba de cambiar al ministro del interior. El plan de emergencia funciona a las mil maravillas, por eso este año tiene que suprimirlo o al menos cambiarle el nombre para que suene a otra cosa y no al más típico asistencialismo barato de cualquier gobierno totalitario.
En cualquier momento se termina de parecer, proclama la reforma constitucional – forma predilecta de consolidarse en el poder de la nueva izquierda latinoamericana- busca la reelección y,  nos encontramos con que cierra canales de televisión –ya dijo que la prensa está en contra suyo-  por considerarlos opositores.
 
Se dice el Presidente de “todas las uruguayas y uruguayos” por eso las banderas que predominaban en el acto eran las de la coalición de izquierda, seguidas por las banderas comunistas, del MPP y las de “Tabaré Presidente” –porque no fue un acto partidario a pesar de que por toda la ciudad de Montevideo proliferaban los pasacalles con la consigna de “Habla Tabaré” firmados por el EP-FA o nada tiene que ver tampoco los avisos de televisión que también proclamaban el acto político partidario-, por supuesto que las menos eran las banderas del Uruguay.

Este acto además de inconstitucional –a pesar de que él se haya tomado cinco minutos del discurso para justificarlo- por el artículo 77 de la Constitución de la República, es lamentable que haya sido  financiado con 60.000 dólares del erario público, que según el señor Presidente fueron ahorrados en conceptos de viajes presidenciales, reducción de gastos por teléfonos y fotocopias de presidencia .” El presidente viaja menos que los dos presidentes anteriores” –dijo-, viaja menos y el Uruguay se encuentra aislado internacionalmente; nadie lo critica por lo mucho que viaja sino por lo poco que trabaja: entre su ejercicio inconstitucional de la medicina y sus viajes de pesca hubo semanas que fueron reducidas a solo dos días de trabajo, quizá sea por eso que la presidencia de la República ahorre tanto...hubo algún periodista que lo describió como un presidente “part-time”, no podríamos estar más de acuerdo; pero sobre eso, no rinde cuentas a la población.

Dedicó el Presidente también un capítulo especial a la coherencia: debemos considerarnos afortunados porque no ha sido coherente al cien por ciento con el programa de gobierno de la coalición de izquierda, de haberlo hecho –y entre otras cosas no continuar la política macroeconómica de la administración Batlle- nos encontraríamos peor de lo que nos encontramos hoy y muy probablemente el avance hacia el totalitarismo habría sido aún más vertiginoso.

Para satisfacer a los más radicales tuvo que negar su amistad con el Presidente Bush –cosa que desde el punto de vista comercial hace mucho bien al Uruguay- y declararse “antiimperialista y de izquierda”; lógicamente, ante los muros pintados durante décadas que se oponían a todas las políticas del Imperio, del Fondo, del Banco Mundial, et alt. el Presidente tenía que reafirmar su vocación antiimperialista, para no quedar como un hipócrita, que es a fin de cuentas lo que es.

Para finalizar, creemos que además de los calificativos que hemos enunciado previamente, los más adecuados son los de hipocresía y desfachatez del Presidente de la República, al burlarse de la Constitución, del pueblo del Uruguay y de la oposición –recordemos que la oposición a fin de cuentas representa casi el 50% del electorado-. Lo correcto hubiera sido que, estando en un régimen democrático representativo como el del Uruguay, el Dr. Vázquez hubiera pronunciado su aburrido e ignominioso discurso ante los representantes del pueblo en la Asamblea General. Pero a fin de cuentas, los caprichos y el egocentrismo del Presidente pudieron más.

Art. 77 numeral 5to: “El Presidente de la República y los miembros de la Corte Electoral no podrán formar parte de comisiones o clubes políticos, ni actuar en los organismos directivos de los partidos, ni intervenir en ninguna forma en propaganda política de carácter electoral.”

 
 
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