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Congreso Nacional de Educación: La construcción del Estado totalitario a partir del adoctrinamiento de la juventud

Este 2006 ha sido un año turbulento en muchas materias y especialmente en el tema de la educación, por ejemplo, con la polémica desatada por ciertos actores del sistema educativo sobre si se debía o no enseñar la historia reciente de nuestro país en los centros educativos y además sobre cómo debía ser enseñada. El gobierno buscó también poner a la educación en un lugar privilegiado de la agenda política de nuestro país y mediante el Ministerio de Educación y Cultura se buscó, a través del llamado “Debate Educativo” –que tuvo pocos elementos de debate y se pareció más a reuniones de comité de base celebradas en instituciones educativas- sentar las pautas “hacia una nueva ley de educación”. Tal “debate” debía concluir en unas multitudinarias jornadas rotuladas bajo el nombre de “Congreso Nacional de Educación” en las que se trabajaría durante los primeros días en comisiones a cargo de revisar y elaborar propuestas para temas determinados, tales propuestas luego se volcarían y votarían en las dos jornadas finales en una asamblea plenaria.
Finalmente el Congreso Nacional de Educación fue celebrado la pasada semana, y desató la polémica especialmente a partir de las declaraciones que emanaron afirmando que, se debía tender hacia un “Sistema Nacional de Educación” –cualquier similitud con el Sistema Nacional de Salud es pura coincidencia- “público, autónomo y cogobernado”. Varias falencias podemos destacar en el mencionado congreso, para empezar que, su composición no representó al verdadero espectro de la educación, dando participación a sindicatos, corporaciones y grupos que cumplen roles secundarios en la enseñanza, en lugar de darle una mayor participación a las instituciones privadas, que a pesar de contar con el 20% de la matrícula de educandos en nuestro país, contó solo 36 congresistas en un total de 1700 convocados. De tales cifras podemos inferir que el congreso careció de verdadera representatividad del espectro educativo del Uruguay. Otras de las fallas de funcionamiento fueron reportadas a diversos medios de prensa por parte de participantes del congreso quienes en muchos casos denunciaron que tales falencias tuvieron por objetivo hacer un  “…manejo desleal que hizo que en el Congreso de Educación el objeto principal fuera el reparto de poder y no, como debería haber sido, la persona humana que se educa. .

Centrémonos ahora en lo emanado del congreso, especialmente en la parte que afirma, se debe tender hacia un  “SNE”, público, autónomo y cogobernado. La palabra público tiene en nuestro país un carácter especialísimo que la hace sinónimo de estatal, por tanto, se afirmó en el seno del congreso que toda la educación debía tender hacia el monopolio del Estado. Inexorablemente, un país en el que el Estado monopoliza la educación en contenidos, textos, etc. será educado únicamente en la “versión oficial” de las cosas, y esto amigos, es característico de los regímenes totalitarios como el cubano, el chino, del régimen fascista de Mussolini, del régimen nazi de Hitler y de la Unión Soviética de Stalin.
No deja de ser sorprendente también que se afirme que todo el SNE deba ser también autónomo y cogobernado, siguiendo el modelo de la Universidad de la República, como si éste no se hubiera probado arcaizante y obsoleto, además de no responder a las necesidades de los jóvenes del país ni a los tiempos que corren.

 La educación pública del Estado se encuentra en crisis en sus tres ramas fundamentales; la educación pública brindada por particulares ha superado ampliamente en nivel de egresados, inserción laboral, etc. a la del Estado y se estima que en diez años, la diferencia que hay hoy a favor de las instituciones privadas de enseñanza primaria y media se extienda también a la enseñanza universitaria.

            A la luz de los hechos, solo podemos concluir que, toda esta farsa del “Debate Educativo” y del Congreso Nacional de Educación tiene por objetivo plantar firmemente la posición oficial que nos aleja de la libertad y del desarrollo. Desde esta tribuna nos oponemos firmemente a todos los movimientos por parte del aparato del Estado que tienen por objetivo violar nuestras libertades consagradas por el artículo 68 de la Constitución de la República -“Queda garantida la libertad de enseñanza. La ley reglamentará la intervención del Estado al solo objeto de mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y el orden públicos. Todo padre o tutor tiene derecho a elegir, para la enseñanza de sus hijos o pupilos, los maestros e instituciones que desee.”- de elegir nuestra educación y la de nuestros hijos, de acuerdo a los principios morales, religiosos, filosóficos, que profesemos y a los criterios de “nivel” educativo que pretendamos adquirir.

Creemos a su vez, que no solo debemos plantear críticas sino también, soluciones. Desde aquí afirmamos la necesidad de robustecer el sistema de enseñanza secundaria con la creación de liceos de tiempo completo, que aboguen para que nuestros adolescentes se alejen de las drogas y el vandalismo y sean educados en ambientes adecuados con una formación muy especial en el manejo de las tecnologías actuales y del futuro así como en el conocimiento de lenguas extranjeras especialmente del inglés. Desafiamos también a robustecer aún más el sistema de educación técnica de la UTU, procurando una mayor responsabilidad docente y estudiantil que se traducirá en menor ausentismo y mayor nivel de instrucción para los brazos trabajadores de nuestro país. Manifestamos la necesidad de que la formación docente salga del monopolio del IPA y pueda ser llevada a cabo también con plena validez y vigencia por parte de instituciones particulares y que a su vez, tenga carácter universitario. El docente –y especialmente en la educación terciaria- debe ser full-time, mejor pago y con más tiempo para la investigación y dedicación a sus alumnos; planteamos lograr esto mediante la adjudicación de mayores partidas a la educación recortando los gastos en otros rubros del Estado como Entes Autónomos y Servicios Descentralizados.  

La cultura profundamente liberal de nuestro país, censuró en múltiples oportunidades los intentos del Estado por lograr el monopolio de la enseñanza, en la actualidad un grupo de fascistas que viven atascados en los años ’60 buscan no solo monopolizar la educación, sino también esparcir un modelo obsoleto. Los objetivos son claros: en primer lugar, lograr el control de la educación para un mejor adoctrinamiento de nuestros jóvenes en los postulados oficialistas –que deben tender a revertir el modelo “neoliberal” según el director del INAU Victor Giorgi-; en segundo lugar, lograr que las corporaciones que se alimentan de la estructura educativa puedan lograr reafirmar sus cuotas y espacios de poder dentro del sistema.

Esto no es un juego, una nueva ley de educación basada en los postulados del Congreso Nacional de Educación solo puede generar una agudización de la crisis que vive nuestra juventud hoy en día; replantearnos la educación debe implicar necesariamente la búsqueda de mejor nivel educativo y por tanto, mejores oportunidades para todos los jóvenes de nuestro Uruguay, de modo que las opciones no se reduzcan a: “tener un empleo público o irme del país” sino que, cada uno de acuerdo con sus capacidades y virtudes –que es lo único que nos diferencia según la Constitución- pueda ser artífice, en libertad, de su propio destino.


Cf. Semanario Búsqueda: Nº 1384. Montevideo, 7 al 13 de diciembre de 2006.  Cartas al director.

 
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